domingo, junio 27, 2010

Incomprensiones

Sin animos de caer en letras estériles que no dejan nada, esta vez busco vomitar pensamientos que pienso cuando lo que comunmente pienso me deja en paz.
La repetición anterior, lejos de ser letra descuidada busca redundar y hurgar en mis pensamientos.
Incomprensión:
He tratado de entender hasta donde mi subjetividad lo permite, he entrado en una relación dialógica con el otro, desdibujandome cada dia un poco más. Siento que he fallado. Lejos de arrepentirme, busco renovar. Solo que las ideas se dispersan y en algunos casos se agotan.
Desesperación:
Sentimiento expreso, sentido por otro. Descolocación absoluta, sentida por mi. El papel hecho durante el último tiempo, ha equivocado su propósito. Surgió sin motivo alguno, y se devio, de nuevo insconcientemente hacia otro rumbo. Excusa? Queda perfecto el característico: Será
Ahogo:
Se siente cada vez que las palabras se diluyen en una supuesta intención, nunca sentida, por de más vivida.
Acercamiento - Alejamiento:
Ese devenir angustioso, que nada deja, solo el mal sabor de la palabra y el pensamiento mal utilizado.
Nada:
No existe conclusión alguna. Solo el no sé, propio de la naturaleza humana, aparece en el camino, de mi naturaleza para ser exactos. Las ganas desdibujadas y vueltas carbocillos reposan en el maletín junto a los acrílicos, en espera de volver a ser utilizadas.
Solo queda un cansancio conocido, vivido, mio. Propio de mis no sé.
Las ganas diluídas, se condensan y toman forma. Algunas están resguardadas, típico de los seres remendedados. Las demás? caminan, corren y se vuelven hacia a ti, siempre.

martes, junio 22, 2010

Invasión

El sentirse invadida desde cualquier ámbito ha sido mi cotidianidad desde que tengo uso de razón, desde que estaba en mi caja de cristal debido al asma, me sentía invadida si alguien se le ocurria cruzar el umbral y penetrar mi cámara de oxigeno.

La protección y el escudo imaginario que a diario pulo para cuidarme, me nublo. Me concentre tanto en ello, que ignore al otro. A ese que me acompaña en mi diario andar.

Nunca pense que podía invadir, no conocia otra forma de invasión que no fuera la conocida. Al parecer, invadi. Pienso y pregunto: Estaba tan centrada en no sentirme invadida, que invadi?. Sin querer? Es probable, no me di cuenta. Los asuntos de traspasar los limites son tan sutiles que se borran los linderos pre-establecidos en silencio.

Recoger los trazos invadidos? no es mi tarea, solo queda una cosa por hacer: Echar para atrás, retroceder y tener la ilusión de nunca volverlo a hacer, al menos hacer una promesa, con intenciones reales, de no repetir la invasión otra vez.